Posicionamiento de la Fraccion Parlamentaria del Partido de la Revolucion Democratica en la Comision de los Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indigenas Residentes




Buen día a todas y todos los presentes, saludo fraternalmente al Dip. Alejandro Encinas Rodríguez, Presidente de la Mesa Directiva de esta asamblea Constituyente, compañeras y compañeros diputados constituyentes integrantes de esta Comisión de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes.

Ana, Guadalupe, Horacio, Elena agradezco la oportunidad que me dan de posicionar a estas palabras con motivo de la histórica y especial instalación de la Comisión de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes, comisión que en los trabajos de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, tendrá la tarea de dictaminar el capítulo relativo a la materia, pero también el desarrollar una


consulta previa, libre e informada con los sujetos de derecho, obligación que como Asamblea Constituyente  garantizara que ninguna decisión que se tome se haga sin haber escuchado a las y los descendientes de las sociedades que habitaban este valle de Anáhuac y otras regiones del país antes de la invasión española, y que hoy somos el sustento de la diversidad cultural de la capital mexicana.

Así como la sociedad capitalina vive en una pluralidad cultural y social con consensos y acuerdos intangibles y cotidianos que le dan viabilidad diaria, así tendrá que trabajar esta pluralidad política.

Los pueblos en esta capital, tienen como una de muchas asignaturas pendientes una legislación, muchos de los aquí presentes hemos ya caminado por calles, plazas, kioscos y salones en asambleas, reuniones, mesas de trabajo, consultas y también hemos realizado manifestaciones por una ley de pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes, una ley que reconozca nuestra existencia y garantice nuestra autonomía, cultura, territorio y participación, entre otros derechos.

“No luchamos por eso que no resuelve nuestra pobreza, nuestra lucha es porque nos reconozcan nuestros derechos como mexicanos y mexicanas” así hablaba el 19 de marzo de 2001 la Comandante Esther en el pueblo originario de San Andrés Totoltepec, Tlalpan respecto al dinero y los programas sociales, sin duda ese es hoy, 18 octubre de 2016 el mensaje de los pueblos para quienes cuestionan el costo de la implementación de los derechos, habrá que defender el reconocimiento de la diferencia derechos de los pueblos como una necesidad de justicia para alcanzar la igualdad.

Ante el nacimiento de la vida constitucional de la Ciudad de México, es el momento para materializar el reconocimiento jurídico “haciendo visible lo que no ha querido ver”, sin duda el Proyecto entregado por el  Dr. Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la hoy Ciudad de México, contiene un importante reconocimiento a la composición pluricultural, plurilingüe, pluriètnica, reconoce ampliando los contenidos constitucionales federales a los pueblos y comunidades indígenas como sujetos de derecho, establece un importante control legislativo de la convencionalidad, retomando lo contenido en el Convenio 169 de la OIT  y la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Tengo la certeza que estos primeros pasos para el reconocimiento constitucional son reflejo del diálogo y concertación de pueblos y comunidades con la comisión redactora, nada por generación espontánea, así también la petición por el proceso de Consulta previa libre e informada que forma parte hoy de nuestro reglamento.

La Oficina del Alto Comisionado de DDHH de la ONU nos dice “El derecho a la consulta tiene un doble carácter: es un derecho humano colectivo de los pueblos indígenas, íntimamente vinculado con su derecho a la libre determinación, y a la vez un instrumento central para garantizar la realización de un amplio conjunto de derechos reconocidos tanto en el ámbito internacional, como en el nacional.”

Por lo cual la participación de la ciudadanía y específicamente de los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas, tendrán no solo el reconocimiento jurídico sino formarán parte del pacto social como factores reales de la sociedad capitalina.

Pero no todo está dicho, habrá que fortalecer la autonomía territorial, la salvaguarda del patrimonio cultural material e inmaterial, la representación y participación política directa, sobre todo con las futuras alcaldías no debemos recoger los vicios del presente que tienen sin coordinadores a los pueblos de Xochimilco o que mantienen en suspenso la representación de los pueblos de Tlalpan. El tema es transversal no se nos debe olvidar incidirá justicia, educación, cultura, desarrollo sustentable y la regulación del uso del suelo ahí también se debe tener el enfoque intercultural. Falta que decir, habrá que escuchar, discutir y consensar.

Desde el Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, equipo plural no integrado por únicamente militantes sino por causas, hacemos este proceso bajo una máxima PRIMERO ES LA CIUDAD. Por ello al estar aquí representadas las cuatro principales fuerzas políticas de la Ciudad, les exhorto que en este espacio de trabajo se haga sin miras electorales en 2018, si no que se trabaje con y por los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas.

Diputado Presidente Mardonio Carballo, le pido a esa presidencia que conducirá los trabajos de esta Comisión lo haga de manera imparcial, sin decisiones unipersonales, haciendo algo que conocemos muy bien mandar obedeciendo, todo por la vía de la Consulta y el logro los consensos: Al interior de esta comisión, de la Asamblea Constituyente y con los Pueblos y Barrios Originarios, de Acopilco a Santa Martha Acatitla, de Cuauhtepec a Topilejo, sin importar si somos nahuas, zapotecos, nhanhu, j´trao.

Finalizo invitándoles a reflexionar: la asamblea constituyente de la Ciudad de México es como un reloj de arena, transparente y con un finito tiempo, no lo desperdiciemos, trabajemos día a día para que esta Ciudad de vanguardia y progresista, de otro paso hacia la igualdad, por los que aquí vivimos, por los que aún no nacen (como lo dicen los títulos primordiales de Milpa Alta), ), aspiro como la Constituyente más joven ver esa Ciudad donde mis hijos, mis nietos, cualquier humano pueda desempeñar la actividad que guste sin discriminación por su origen o color de piel, veo una nueva capital con muchas diputadas indígenas que no sean interceptadas para explicar su papel en un recinto legislativo, pero sobretodo que los pueblos participen en la toma de decisiones.

Muchas gracias

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