Reconstruccion y pueblos originarios
La naturaleza manifestó su fuerza de cambio, su energía de que las cosas no están bien, violentamente con la nación mexicana este septiembre de 2017. El México diverso, manifestó también que es desigual, la devastación producto del sismo en los territorios de los pueblos zapotecas y huaves deja una estela de devastación en 41 municipios, dejando inhabitables 70% de las viviendas, las cuales corresponden a una arquitectura vernácula, con adobe, madera y laminas, viviendas con 50 años de existencia, 300 mil damnificados de aquel sismo del 7 de septiembre a las 23:52 entre los chiapanecos y oaxaqueños. A los sismos le sumamos las inmensas lluvias que mantienen incomunicados a las comunidades mixes.
Hablando de pueblos originarios después podemos ver los llamados en redes que hacen los habitantes de San Gregorio Atlapulco, pueblo xochimilca a hora y media del centro de la Ciudad de México, el 20 de septiembre, para poder hacer la búsqueda y rescate de personas atrapadas en los escombros, muestra de la desaparición de los tres ordenes de gobierno es el escape del Jefe Delegacional.
No olvidar las trabajadoras domesticas que murieron atrapadas en su trabajos.
Concluida la etapa de rescate, viene la reconstrucción, termino que pareciera cada vez alejarse de un sentido comunitario y social, como lo fue la fase anterior, para buscar un endeudamiento individual, pero es en esta parte donde es necesario fijar a los pueblos originarios, pues como todo con lo concerniente a su territorio, su permanencia, desarrollo y supervivencia, esta etapa debe ser culturalmente pertinente se debe privilegiar la preservación y contar con el consentimiento por la vía de la participación de los pueblos en consulta, en una palabra el dialogo de Estado con los pueblos originarios. En el plan de Reconstrucción de la Ciudad se menciona la creación de un comité el cual no defiende como entra la sociedad civil , la organización vecinal y por supuesto los pueblos originarios.
Se debe observar también que los desastres naturales no sean excusa para desplazamientos forzados.
El colapso que significo esta tragedia, no es el fin del mundo, es una restauración de nuestra relación con la naturaleza, y no, no puede ser sin los pueblos indígenas originarios.
Posdata: los invito a que vean el prototipo de casas antisísmicas que el Gobierno de la Ciudad de México, presento en Santa Rosa Xochiac y busquen la compatibilidad con la traza arquitectónica y patrimonial de ese pueblo originario, ahí la necesidad del dialogo y consulta en esta etapa,
Comentarios
Publicar un comentario