Chavela. Transgredir la melancolía
Para Melina, por tantos días de bohemia, Chavela, Joaquín y José Alfredo.
Existen diversos virtuosismos en las y los cantantes, la voz de Chavela Vargas tiene el suyo en internarse en tu piel y llenar tus adentros de tristeza, tragedia y coraje, te baja a un círculo del infierno reservado para el dolor y te regresa a la realidad con su bravura, su música habita la melancolía porque esa fue una constante en su vida, en una Latinoamérica del siglo XX que se rodeaba de dogmas y estereotipos, pero cuyas reglas fueron transgredidas en los albores del nuevo milenio, y ahí estuvo ella en esos quiebres de su México y de su persona.
El verbo Transgredir significa “Quebrantar, violar un precepto, ley o estatuto” , y es necesario recordar la definición de la palabra, antes continuar esta reseña-homenaje a Chavela Vargas, mujer transgresora cuya vida es presentada en el Documental “Chavela” de las directoras Catherine Gund y Daresha Kyi, que inicia proyecciones este fin de semana en los cines del país, previamente este film formo parte de la gira documentales Ambulante 2017 y tiene como característica esencial el tesoro fotográfico íntimo de su vida, entrevistas a sus amigos y amores, videos de sus conciertos, nos reconstruye la vida de la cantante.
Su primera transgresión es en el seno familiar, muy joven Isabel Vargas Lozano, asume su sexualidad sin tapujos, y lo paga la consecuencia desprenderse de la familia y migrar. Llegará a México, así será donde nazca Chavela Vargas, leyenda y mito que transgrede las reglas de la sociedad se complace de que lo haga pero que a la vez discrimina y aísla por sus preferencias sexuales, en la canción ranchera de los años 50´s, ahí donde las mujeres tradicionalmente visten largos faldones y ponen “los brazos en jarra” ella rompe esquema y se pone pantalón se muestra hombruna en una sociedad machista, que violenta con estereotipos a las mujeres pero que también a la Comunidad LGBTTI, vive fuera del closet se relaciona con Frida Kahlo, y muchas otras mujeres, vive en la bohemia con los máximos autores como José Alfredo Jiménez o Agustín Lara, ella cuenta de viva voz la fiesta pero también el lado oscuro de la sociedad que discrimina y excluye a las mujeres lesbianas, de repente un ocaso por un boicot de un hombre poderoso que la veta del mundo del espectáculo y se exilia a Tepoztlán, alcohol y más alcohol, es víctima del fraude y abuso para explotar su música, y ahí le llega nuevamente el amor, por primera vez habla la mujer que la amo y ayudo a regresar a los escenarios.
El cerro del Tepozteco será testigo del nacimiento de “La Chamana”, en este film conocemos los días de debut en Europa, habla entre otros el también muy transgresor Pedro Almodóvar, su amigo y promotor como la artista universal que en los noventas vuelve a transgredirse o transformarse de los círculos de claroscuros que se formó, transgrede al asumirse completamente como lesbiana y hacer activismo, la sociedad es otra y se han ido derrumbando los prejuicios, ella convoca a la libertad de amar, menoscababa en su salud, nos regala 20 años más de su arte, de curar el alma, y como testimonio de sus transgresiones y su melancolía, queda este documento, para seguir derrumbando un mundo y construir otros, raros como le gustaban a José Alfredo, para eso nos deja su libertad, su canto y sus transgresiones.
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